Cambios en embajadas y ministerios: Estos son los funcionarios que dejarían sus cargos
El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha iniciado una profunda reestructuración que no solo impacta a los ministerios y departamentos administrativos, sino que también se extiende al servicio diplomático del país. Según fuentes de alto nivel dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, al menos cinco embajadores serán relevados de sus cargos en los próximos días. Entre los nombres confirmados se encuentran Roy Barreras, actual embajador en Inglaterra; Guillermo Rivera, representante en Brasil; Camilo Romero, embajador en Argentina; y León Freddy Muñoz, quien ocupa el cargo en Nicaragua. A esta lista podría sumarse Alfonso Prada, embajador en Francia, aunque su salida aún no ha sido confirmada oficialmente.
Estos cambios forman parte de una reorganización interna que se venía planeando desde finales de diciembre de 2024, pero que fue pospuesta hasta ahora. La medida busca alinear el servicio exterior con los objetivos estratégicos de la administración Petro, priorizando la designación de figuras cercanas al mandatario y afines a su proyecto político. Entre los embajadores que dejarán sus cargos, algunos tienen vínculos con el expresidente Juan Manuel Santos, como es el caso de Guillermo Rivera y Alfonso Prada, quienes fueron ministros durante su gobierno. Por otro lado, Roy Barreras, aunque cercano a Santos en el pasado, jugó un papel clave en la campaña presidencial de Petro y durante el primer año de su gobierno, al ser el primer presidente del Congreso en el cuatrienio 2022-2026.
Además de los cambios en el servicio diplomático, el canciller Luis Gilberto Murillo también dejará su cargo el próximo 31 de enero. Murillo, quien ha estado al frente de la Cancillería desde el inicio del gobierno de Petro, anunció que se enfocará en sus aspiraciones presidenciales para las elecciones de 2026. Su reemplazo será Laura Sarabia, actual directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), quien asumirá el cargo a partir del 1 de febrero. Sarabia es considerada una figura de confianza dentro del círculo cercano al presidente y ha jugado un papel clave en la coordinación de las políticas de la administración.
La reestructuración también afecta a otros ministerios. Mauricio Lizcano, ministro de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), presentó su renuncia para enfocarse en sus propias aspiraciones políticas. En una carta dirigida al presidente Petro, Lizcano expresó su gratitud por la oportunidad de servir al país y destacó los logros alcanzados durante su gestión. Por su parte, María Constanza García, ministra de Transporte, también dejó su cargo después de solo seis meses en el puesto. García enfrentó desafíos significativos durante su gestión, incluido el paro de camioneros de septiembre de 2024 y las críticas por el aumento en los precios de los peajes para 2025.
Estos movimientos marcan el inicio de una recta final en la administración Petro, en la que se espera que el presidente consolide su equipo con figuras cercanas y de confianza. Según declaraciones de Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), el mandatario ha optado por priorizar a personas afines a su proyecto político para los cargos clave en esta etapa del gobierno. “El presidente va a seguir llamando a personas de confianza. Le ha dado resultado en esta última etapa. Soy uno de esos. Le ha dado resultado traer a la gente del petrismo y creería que se va a inclinar por esa línea para reemplazar a los ministros candidatos”, afirmó Bolívar en una entrevista con El Tiempo.
La reestructuración refleja la apuesta de Petro por fortalecer su equipo de gobierno en medio de los desafíos internos y externos que enfrenta su administración. Desde el inicio de su mandato, el presidente ha buscado implementar una agenda de reformas que incluye la Paz Total, la transición energética y la lucha contra la desigualdad. Sin embargo, estos esfuerzos se han visto obstaculizados por la polarización política, las tensiones con sectores opositores y la creciente violencia en regiones como el Catatumbo.
Con estos cambios, Petro busca consolidar un equipo alineado con su visión y capaz de impulsar las reformas pendientes en los próximos años. La designación de Laura Sarabia como canciller y la posible llegada de nuevas figuras cercanas al mandatario en otros ministerios y embajadas son una muestra de esta estrategia. No obstante, la reestructuración también plantea desafíos, ya que implica la salida de funcionarios con experiencia y conocimiento en sus respectivas áreas.
En resumen, la reestructuración en el gobierno de Petro no solo afecta a los ministerios, sino que también implica un remezón en el servicio diplomático, con la salida de al menos cinco embajadores y el relevo del canciller Luis Gilberto Murillo. Estos cambios forman parte de una estrategia para consolidar un equipo de gobierno cercano al presidente y afín a su proyecto político, en un momento clave de su administración.