La privatización de servicios como la educación y la salud se ha convertido en un tema candente.
Es hora de que tanto los líderes que se autodenominan de centro como la ciudadanía reflexionen sobre qué significa realmente ser ‘centrista’ en Colombia. La crítica constructiva y el autoconocimiento son esenciales para evitar caer en un juego de etiquetas vacías. A medida que avance la discusión política, la sociedad debe estar alerta y exigir propuestas claras y coherentes que realmente busquen el bienestar común y no solo intereses particulares.
¿defendemos realmente lo público, o hemos caído en un juego de etiquetas? Comenta abajo, o saquen conclusiones