La administración del presidente Donald Trump ha desatado una nueva polémica al implementar estrategias que fomentan la denuncia de migrantes indocumentados.
Dos legisladores republicanos han propuesto recompensas de 1.000 dólares para quienes proporcionen información sobre personas que viven en el país sin la debida documentación.
Los proyectos de ley, presentados en los estados de Misisipi y Misuri, buscan reforzar las deportaciones masivas que Trump ha prometido. El legislador Justin Keen, de Misisipi, justificó la propuesta argumentando que su objetivo es «mantener seguras a las comunidades». Además, se ha hecho eco de la retórica de Trump, que asocia la inmigración con la criminalidad, afirmando que «los malos actores y criminales violentos» ingresan ilegalmente al país.
Sin embargo, esta iniciativa ha generado un fuerte rechazo por parte de activistas y ciudadanos. Aura Velásquez, una residente estadounidense, expresó su preocupación señalando que «cazar a las personas como si fuera un deporte convertirá a los vecinos en enemigos».
En Misuri, se planea certificar a individuos para que actúen como cazadores de migrantes, creando una especie de «ICE estatal». Gabriella Cepeda, experta en derechos humanos, criticó esta propuesta al describirla como un «castigo extremo y cruel» que fomenta un clima de miedo y desconfianza entre las comunidades.
A pesar de las críticas, una encuesta de enero del The New York Times reveló que el 55% de los estadounidenses apoya este tipo de leyes, y el 88% respalda la deportación de migrantes irregulares con antecedentes penales. Este contexto se vuelve aún más complejo tras el asesinato de la estudiante Laken Riley a manos de un venezolano indocumentado, un caso que ha intensificado el debate sobre la seguridad y la inmigración en el país.
Conclusión: Las nuevas estrategias de Trump en relación a la inmigración han desatado un debate profundo sobre la moralidad y la efectividad de cazar migrantes. Mientras algunos ven estas medidas como necesarias para la seguridad, otros advierten sobre el peligro de fomentar la discriminación y el miedo en las comunidades. La polarización en torno a la inmigración en Estados Unidos continúa siendo un tema candente que afecta a millones de personas.