El 22 de enero se celebra el Año Nuevo Chino, una festividad que marca el inicio del primer mes del calendario lunar chino y que tiene profundas raíces culturales y familiares.
Conocida también como la Fiesta de la Primavera o Año Nuevo Lunar, esta celebración se remonta a más de 3,000 años y simboliza el fin del invierno y el renacer de la naturaleza.
Durante esta festividad, las familias se reúnen para honrar a sus antepasados, orar por sus bendiciones y desear fortuna y buena suerte para el nuevo año. La celebración dura quince días, aunque solo tres de ellos son considerados oficiales por el gobierno chino.
El color rojo, que representa el éxito y la buena fortuna, es predominante en las decoraciones. Las casas se adornan con símbolos rojos, y se realizan rituales como la limpieza del hogar para ahuyentar la mala suerte del año anterior.
Las familias se congregan para disfrutar de cenas especiales y se intercambian sobres rojos, conocidos como «hong pao», que contienen dinero y se regalan a los niños.
Las festividades están llenas de actividades vibrantes, incluyendo danzas tradicionales como la danza del dragón, espectáculos culturales y el lanzamiento de fuegos artificiales, que evocan alegría y esperanza para el año que comienza.
En resumen, el 22 de enero es una fecha significativa para millones de personas alrededor del mundo que celebran el Año Nuevo Chino, marcando un momento de renovación, unión familiar y la esperanza de un año próspero.